Italo Calvino es tal vez el escritor italiano más importante del SXX. Y también si dejamos de lado que es italiano. En este breve fragmento nos dice cómo hace para escribir.
Escribo a mano y hago muchas, muchas correcciones. Diría que tacho
más de lo que escribo. Tengo que buscar cada palabra cuando hablo, y
experimento la misma dificultad cuando escribo. Después hago una
cantidad de adiciones, interpolaciones, con una caligrafía diminuta.
Me
gustaría trabajar todos los días. Pero a la mañana invento todo tipo
de excusas para no trabajar: tengo que salir, hacer alguna compra,
comprar los periódicos. Por lo general, me las arreglo para
desperdiciar la mañana, así que termino escribiendo de tarde. Soy un
escritor diurno, pero como desperdicio la mañana, me he convertido
en un escritor vespertino. Podría escribir de noche, pero cuando lo
hago no duermo. Así que trato de evitarlo.
Siempre tengo una cantidad de proyectos. Tengo una lista de
alrededor de veinte libros que me gustaría escribir, pero después
llega el momento de decidir que voy a escribir ese libro.
Cuando escribo un libro que es pura invención, siento un anhelo de
escribir de un modo que trate directamente la vida cotidiana, mis
actividades e ideas. En ese momento, el libro que me gustaría
escribir no es el que estoy escribiendo. Por otra parte, cuando
estoy escribiendo algo muy autobiográfico, ligado a las
particularidades de la vida cotidiana, mi deseo va en dirección
opuesta. El libro se convierte en uno de invención, sin relación
aparente conmigo mismo y, tal vez por esa misma razón, más sincero.
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